Uno de los periodistas españoles asesinados en Burkina Faso realizó un documental sobre el Cártel de Sinaloa en el 2017

por El Sureste

BURKINA FASO.- David Beriain, uno de los periodistas asesinados en Burkina Faso, laboró en el año 2017 en el documental Clandestino, cuyo objetivo era revelar cómo funcionaba el Cártel de Sinaloa, liderado en ese entonces por Joaquín El Chapo Guzmán.

El periodista, de 44 años de edad, otro español, y un ciudadano irlandés que habían sido dados por desaparecidos tras un ataque por un grupo armado el lunes en el este de Burkina Faso fueron asesinados, según confirmaron este martes dos altas fuentes de seguridad del país africano.

La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Gobierno de España, Arancha González Laya, informó en conferencia de prensa que los cadáveres de los españoles fueron encontrados en la zona del ataque del territorio africano. Fueron identificados como David Beriain y Roberto Fraile, ambos periodistas que realizaban un documental.

Antes de ser secuestrados, los tres europeos y un ciudadano burkinés, quien continúa desaparecido, acompañaban a una patrulla que combatía la caza ilegal: ésta fue atacada el lunes en la carretera que une Fada N’Gourma y Pama, ubicada al este del país.

“Hacer el Cártel de Sinaloa fue un reto mayúsculo”, relató Beriain. “Entramos en el cártel en el momento más complicado posible, después de la captura del Chapo Guzmán y en medio de la guerra de poder por sucederlo”.

Beriain trabajó como periodista de guerra para la CNN y fundó en España la casa productora 93 Metros, concentrada en realizar documentales sobre temas controversiales. Fue con ella que nació Clandestino en el 2017. La serie fue publicada a través de Discovery Networks.

El periodista era originario de Pamplona, en la comunidad foral de Navarra.

Para realizar el reportaje, David Beriain se sumergió durante meses en las tierras de la organización criminal, donde convivió con integrantes del Cártel de Sinaloa. El acceso, afirmó 93 Metros, es uno de los más difíciles que el periodista y su equipo lograron.

La filmación se llevó a cabo entre el arresto del líder, El Chapo Guzmán, y su extradición a los Estados Unidos. Entre sicarios, mulas, narcotraficantes, policías corruptos, y químicos.

Fueron identificados como David Beriain y Roberto Fraile, ambos periodistas que realizaban un documental.

La compañía de producción lo describió como un “viaje único” en el cual Beriain ingresó a las casas donde el cártel tortura a sus enemigos, presenció la alianza entre narcotraficantes y elementos policiacos, y observó cómo la misma ruta que se utiliza para traficar drogas a Estados Unidos se usa para contrabandear armas de fuego a México.

Durante la filmación, que duró alrededor de tres meses, se puede observar el bastión del Cártel de Sinaloa, donde cosechan los campos de opio y marihuana, los laboratorios en Culiacán, y las casas de acopio cerca de Tijuana y su destino final, las calles de Los Ángeles, informó la productora.

“Hacer el Cártel de Sinaloa fue un reto mayúsculo”, relató Beriain. “Entramos en el cártel en el momento más complicado posible, después de la captura del Chapo Guzmán y en medio de la guerra de poder por sucederlo. Fue un desafío generar confianza en un momento en el que ellos mismos se miraban unos a otros con un absoluto recelo”, narró el periodista a 93 Metros.

Las tres víctimas y un miembro de las fuerzas de seguridad burkineses se encontraban en paradero desconocido tras un ataque ejecutado por personas armadas no identificadas contra una patrulla mixta de la unidad contra la caza furtiva en la provincia de Kompienga, al sureste.

Los medios locales habían informado de que dicho ataque dejó tres heridos y cuatro desaparecidos, pero posteriormente se confirmó que los dos españoles y el irlandés fueron ejecutados por sus captores.

El ataque, perpetrado cerca de la localidad de Pama, capital de la provincia, se saldó además con el robo de armamento y equipamiento por parte de los asaltantes. Entre el material se encuentran dos ametralladoras montadas sobre un vehículo, un dron, doce motocicletas y receptores de frecuencia.

El este y el norte de Burkina Faso han sufrido un aumento de la inseguridad durante los últimos años, especialmente a causa del repunte de los ataques por parte de grupos yihadistas, entre ellos la rama de Al Qaeda en el Sahel, el Grupo para el Apoyo del Islam y los Musulmanes (JNIM), y Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS), que han provocado además un incremento de los enfrentamientos intercomunitarios.

Se cree que fuerzas insurgentes retienen a rehenes extranjeros en Burkina Faso, Malí y Níger.

Con información de Infobae

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