Shakira conquista a 60 mil seguidores en la CDMX

por El Sureste

La cantante colombiana regresó a la Ciudad de México para ofrecer un vibrante concierto en el Estadio GNP.

Ciudad de México. Shakira regresó a la CDMX no sólo a romper su propio récord en el Estadio GNP Seguros, sino a reafirmar que la manada mexicana es la que, después de Colombia, la hace sentir como en casa.

De nueva cuenta estuvieron aquellos suertudos que caminaron al lado de la Loba, y la marcha comenzó en punto de las nueve y 45 minutos. Shakira pisa fuerte y más cuando lo hace acompañada. Por eso, el camino la llevó de nueva cuenta al escenario, donde 60 mil personas ya la esperaban eufóricas, y ahí, en su espacio natural, acompañada de su crew de bailarinas, la noche para aullar con ella arrancó con La Fuerte, Girl Like Me y el medley de Las de la intuición y Estoy aquí.

Buenas noches, Ciudad de México, ¿cómo estamos? Qué lindo es volver, qué lindo es estar aquí en nuestra segunda vuelta en este país. Gracias por estar aquí esta noche, gracias por todo lo que me dan, se merecen todo y voy a tratar de darles eso, no hay mejor encuentro que con su manada mexicana”, lanzó la colombiana.

Así llegó ese momento en el que es necesario recordar los orígenes, aquellas canciones que la catapultaron en México y después en el resto del mundo para convertirse en lo que es Shakira hoy. Por eso, con su guitarra en mano, la barranquillera no dudó en hacer un homenaje a esa chica en sus veinte que cantaba Empire e Inevitable.

Pero el pasado inmediatamente la llevó al presente, por eso, con un video en el que se le ve dándole cuerda a un robot, Shakira dio un guiño de lo que venía. Así, con su vestidito ahora en tono morado, le dio vida a Te felicito y enloqueció a la manada con TQG.

Qué bien me está haciendo esta gira por México, porque siento que México es mi casa también. Saben que mi vida no ha sido fácil en los últimos años, pero saben que nosotras cada vez que nos caemos nos levantamos un poquito más fuertes, más resilientes, bienvenidos a la gira Las mujeres ya no lloran, dijo Shak a su público para volverse a enfundar en su guitarra y darle voz a Don’t Bother.

Meses atrás, cuando la gira llegó por primera vez a CDMX, Shakira tenía pensada una producción parecida. El vestuario, si bien es el mismo diseño, cambia en sus colores; el setlist está organizado de diferente manera, pero finalmente están las canciones que la gente quiere oír, las pulseras bailan y brillan al ritmo de cada canción.

Shakira quería darle un aire nuevo, y lo hizo; lo único que no cambia es la energía de la colombiana de 48 años que no desperdicia ni un instante para mostrar por qué ella ya no llora, ahora sólo factura.

Y así como factura, también muestra su lado más vulnerable, ese donde sus lobeznos, Milan y Sasha, la acompañan en una animación y después en las pantallas, mientras ella se transforma en esa madre protectora que les promete que nunca los dejará. Así lo hace ella, a su modo, con Acróstico.

Imagen intermedia

Y entonces llegó el momento en que las caderas comienzan a gritar sus verdades, porque no mienten. La copa vacía, La bicicleta y La tortura fueron el aperitivo. “Aquí es cuando los hombres decimos que Piqué es un pendejo”, se escuchó decir cuando Shakira comenzó a dar una cátedra de danza del vientre para, finalmente, darle vida a Hips Don’t Lie, donde pocos fueron los que no trataron de mover la cadera como ella. “Gracias, los quiero mucho”, dijo antes de hacer una breve pausa y salir del escenario.

Pero Shak no quería perder ni un minuto de compartir con su manada, por lo que no dudó en llevarse una cámara a su camerino y compartir con el público cómo cambia de vestuario y se alista para el siguiente tramo del show, mientras canta Chantaje. Así regresó al escenario y dio una cátedra de cómo se baila salsa, sólo para minutos después bajarles el ritmo a sus fans con Monotonía, y volverlos a llevar a la bailadera con Soltera, en donde le dio a su gente la sorpresa de invitar al escenario a Danna a cantar con ella.

Información: Excélsior.

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