Kate Middleton superó una dura batalla contra el cáncer que transformó su vida. Con humildad y fortaleza, la princesa de Gales comienza a retomar sus funciones reales mientras continúa su recuperación.
Ciudad de México. Kate Middleton, quien recientemente tuvo que suspender su asistencia a un conocido evento real, ha vivido, según quienes la rodean, un verdadero infierno del que ha logrado salir con fuerza, esperanza y una nueva perspectiva de vida.
La princesa de Gales, de 43 años, ha sido descrita por fuentes cercanas como “afortunada de haber sobrevivido” al cáncer que la tuvo gravemente enferma durante meses, razón por la que se tuvo que alejar de sus deberes reales en 2024 provocando toda clase de especulaciones.
Desde que anunció públicamente en enero pasado que su cáncer estaba en remisión, Kate ha comenzado, paso a paso, a retomar sus deberes al frente de la realeza. Sin embargo, quienes están al tanto de su situación aseguran que su recuperación está aún en marcha, y que este proceso le ha otorgado una claridad renovada sobre sus prioridades personales y familiares.
La lucha comenzó a inicios de 2024, cuando fue ingresada en la Clínica de Londres para someterse a una cirugía abdominal planificada. Fue allí donde se le colocó un puerto subcutáneo para iniciar la quimioterapia, la cual continuó en el Royal Marsden Hospital, centro de referencia en oncología en el Reino Unido.
“Por lo que entiendo, es una suerte que pueda siquiera hablar hoy de recuperación”, escribió la corresponsal real del Daily Mail, Rebecca English.
“Esto nos recuerda lo realmente grave que fue su estado. Pasó por un tratamiento largo y muy duro. Como te dirá cualquiera que haya atravesado por algo así, el cuerpo tarda mucho en sanar. La recuperación puede llevar años”.
Durante gran parte de este año, Kate permaneció lejos del ojo público, enfocándose en su tratamiento y en su familia. Su larga ausencia provocó olas de especulación, hasta que su valiente revelación sobre el diagnóstico de cáncer puso fin a los rumores.
En tanto, se espera que la princesa reaparezca en público el próximo mes en el torneo de Wimbledon, uno de sus eventos favoritos.
También se rumora que participará en una recepción oficial durante la visita de Estado del presidente de Francia el 8 de julio en el Castillo de Windsor. Luego, la familia planea retirarse a Anmer Hall, su residencia campestre en Norfolk, para disfrutar del verano juntos.
La princesa se vio obligada a cancelar a último momento su asistencia al Royal Ascot, reavivando la preocupación pública sobre su estado de salud mientras sigue priorizando su bienestar.
Información: Excélsior.