Novak Djokovic es campeón del Abierto de Australia

por El Sureste

AUSTRALIA.- Se ausentó el año pasado ante su negativa por la vacuna contra el Covid-19, pero la conexión entre Melbourne Park y Novak Djokovic jamás se perdió y en su retorno quedó demostrado, el serbio se confirmó como el rey del Australian Open al conquistarlo por décima ocasión en su trayectoria y de este modo alcanzó su Grand Slam número 22 para empatar a Rafael Nadal como los más ganadores. Venció en la final a Stefanos Tsitsipas en tres sets corridos de 6-3, 7-6 (7-4) y 7-6 (7-5).

Djokovic solo regaló un set a lo largo del certamen, en segunda ronda ante Couacaud, y acumuló 28 triunfos consecutivos en este primer Grand Slam de la campaña para dejar en claro que es un mandamás en territorio australiano. De paso su “major” preferido le permitió recuperar el número uno del mundo en detrimento de Carlos Alcaraz, quien no participó por lesión.

Si “Nole” gana las semifinales, también gana la final y así quedó comprobado frente al griego en un partido que dominó de principio a fin y en los pocos momentos de apremio siempre salió avante, aunado a que Tsitsipas, de igual manera, falló en los instantes clave, parte de lo que significó enfrentar a un Djokovic a quien no parecen pesarle sus 35 años.

Una abarrotada Rod Laver Arena en sus gradas y alrededores atestiguó la victoria del serbio en un choque que duró dos horas con 56 minutos. Novak Djokovic fue un vendaval al comienzo del encuentro, se adueñó del primer set en apenas 36 minutos al marcar diferencia en el cuarto game, donde quebró el saque al helénico. 6-3 se impuso.

El griego, quien por primera vez jugó una final en el Abierto de Australia, mejoró su desempeño, su derecha despertó, metió en aprietos a Djokovic, quien tuvo de su lado a la mayoría de los aficionados, aunque se asomaba una que otra bandera griega. Con el 3-3 y 30 iguales, “Nole” se fue al suelo en una muestra de que el esfuerzo tuvo que aumentar en el segundo set.

El de Atenas acarició el triunfo en el segundo episodio, estuvo 5-4, tuvo el set point con oportunidad de quiebre al saque del serbio, pero éste se levantó y forzó el tie break, donde el de Belgrado no perdonó a pesar de que se fue 4-1 y Tsitsipas le empató 4-4. Se vino el doble set point y ganó 7-6 (7-4).

En su historial Novak Djokovic jamás había perdido una final de Grand Slam con ventaja de dos sets, su marca era de 8-0 (ahora 9-0), una loza para el griego, la cual ya no pudo levantar y menos ante la obligación de ganar si quería mantenerse con vida.

En el tercer set Tsitsipas por fin le pudo quebrar el saque a “Nole” para ponerse adelante en lo que parecía un buen augurio para el helénico, pero la historia estaba escrita, los pronósticos no se rompieron, el serbio le contestó de la misma manera con el quiebre, después cada uno mantuvo su saque y en el “tie break” Djokovic se coronó 7-6 (7-5) en un partido que comandó en la cancha, aunque los números podrían decir que fue algo más cerrado. Djokovic volvió a reina

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