CDMX.- El partido que se celebrará el jueves en el país caribeño estuvo cerca de jugarse en los Estados Unidos, debido a que la Federación Surinamesa de Futbol planteó a la Concacaf ese cambio de sede por una serie de revueltas que se presentaron en la capital del país.
¿Qué pasó en Surinam?
El viernes 19 de febrero hubo fuertes manifestaciones en la capital de Surinam, derivadas de la fuerte crisis económica por la que atraviesa el país, que se ha visto más acentuada por un alza en los precios de la canasta básica.
Paramaribo entró en un auténtico caos aquel viernes de protestas, debido a que la manifestación se fue desvirtuando con el paso de las horas y comenzaron los saqueos y culminó con un intento de asalto al Parlamento; ello obligó a que se diera un toque de queda por tres días para calmar a los rijosos.
Aquella protesta dejó 119 personas detenidas y 19 heridas, según reportes oficiales del gobierno surinamés; además, se detuvo al líder de la revuelta, de nombre Stephano “Pakittow” Biervliet.
Las muestras de violencia hicieron que la Federación de Futbol de Surinam analizara la posibilidad de cambiar de sede el partido contra México, pero al final todo se controló en Paramaribo y la Federación y la Concacaf decidieron mantener la agenda en su estado iriginal.
El partido entre Surinam y México de este jueves 23 de marzo en la Nations League de Concacaf se disputará en el Estadio Franklin Essed, mismo que se encuentra ubicado en la ciudad de Paramaribo.El inmueble cuenta un aforo de de 3 mil personas; fue remodelado en 2018 con apoyo de la FIFA, para que así pudiera tener algunas condiciones que pide el organismo para los juegos internacionales.