PLAYA DEL CARMEN.– Hace 25 años, cuando la Quinta Avenida aún estaba rodeada de selva y el futuro de Playa del Carmen apenas se dibujaba, Juan Manuel Díaz soñó con un hotel que ofreciera algo más que hospedaje: un lugar donde la gente se sintiera en casa. Hoy, ese sueño sigue vivo gracias a su esposa, Nancy Río Lara, y a sus cuatro hijos, quienes han mantenido abierto el Hotel Caribbean Paradise Boutique con la misma pasión, incluso en los momentos más difíciles.

Nancy Río recordó que no han sido años sencillos, pero sí profundamente significativos. El hotel nunca cerró sus puertas, ni ante huracanes ni durante la pandemia, cuando se convirtió en refugio para turistas que no podían regresar a sus países. “No es solo estar aquí; es sostenerse con amor, con trabajo y con un equipo que es parte de la familia”, expresó con orgullo durante la celebración del aniversario, que incluyó una ceremonia maya para agradecer a la madre tierra.

Para Juan Pablo Díaz, actual director del hotel, continuar con el legado familiar implica adaptarse a un destino que crece a pasos agigantados sin perder la esencia que los distingue. “El reto es seguir siendo un hotel de trato humano, cercano, donde cada huésped se sienta recibido desde el corazón”, señaló, al destacar que la calidad del servicio y el cuidado del detalle siguen siendo la prioridad.
La historia del Caribbean Paradise también está escrita por sus colaboradores, muchos de ellos con más de una década en el lugar, quienes han acompañado a la familia desde la construcción del hotel. Ese vínculo, basado en la confianza y el respeto, es parte del alma del proyecto y se refleja en cada experiencia que vive el visitante.

A 25 años de su apertura, el Caribbean Paradise no solo celebra su permanencia, sino su identidad: la de un hotel nacido del amor, la visión y la perseverancia, que sigue siendo testigo del crecimiento de Playa del Carmen y que mantiene viva la esencia de un destino que aprendió a crecer sin olvidar sus raíces.
