JALISCO.- Esta noche se vivió un Clásico Tapatío opaco, con brotes de violencia en el campo, pese a hacerse un llamado a la paz, esto al final tras el empate entre Atlas y Chivas 1-1, en un encuentro disputado en el Estadio Jalisco.
La polémica estuvo presente prácticamente todo el encuentro, y es que más allá de los dos goles, el espectáculo lo armó el árbitro central del encuentro, César Arturo Ramos Palazuelos, anulando un gol en apariencia legítimo al Atlas en el primer tiempo y expulsando a tres jugadores, dos para los rojinegros, Jairo Torres y Julián Quiñones y uno para Chivas, Miguel Ponce.
Al final, fue un resultado “A lo Atlas”, ya que el gol logrado por los rojinegros, el que significó el empate, cayó al minuto 90 por conducto de Julián Quiñones, y es que Guadalajara se había puesto al frente en la pizarra al minuto 65 por conducto de Roberto “Piojo” Alvarado.
Chivas mejoró sustancialmente en el partido, y es que luego de arrancar con una alineación netamente conservadora y copando el medio campo, en el complemento el técnico Marcelo Michel corrigió y logró equilibrar e incluso superar futbolísticamente a su rival, mandando a José Juan Macías a la cancha.
No fue el mejor Clásico Tapatío, por momentos fue aburrido, mal jugado, desesperante para la tribuna que se dio cita en un número pobre en las gradas del Coloso de la Calzada Independencia, pero que sustituyó a las barras con un ambiente familiar, con pocos altercados en las gradas y con más porras, tratando de apoyar a sus jugadores.
Tras el empate en el Clásico, el resultado es mejor para los rojinegros, que llegan a 19 unidades y se afianzan en el cuarto lugar de la clasificación general, mientras que Chivas sigue hundido en la mediocridad al llegar a 13 puntos y sigue sin convencer a la afición rojiblanca”.
Con información de Informador Mx