Asegura INAH aumento de visitantes en zonas arqueológicas del Tren Maya

por El Sureste

Tulum, Q. Roo. A raíz de la puesta en operación del Tren Maya, se ha incrementado la afluencia de visitantes en sitios como Chichén Itzá, Tulum y Uxmal, que se encuentran dentro de las zonas beneficiadas por el proyecto Promeza, llevado a cabo por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH),

Así lo aseguró el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, y señaló que la afluencia de visitantes a los museos y zonas arqueológicas del INAH en 2023 se incrementó en 23 % en relación con 2022.

Tras destacar la visibilidad que el Tren Maya ha dado a enclaves como Tulum, en Quintana Roo, y Uxmal, en Yucatán, además de otras zonas arqueológicas de menor tamaño, el antropólogo citó el caso de Chichén Itzá, sitio patrimonial yucateco al cual acudieron 2 millones 330 mil visitantes, en 2023, y en 2024, el incremento de visitas se mantiene.

“A manera de ejemplo, el pasado martes 23 de enero de 2024, Chichén Itzá rompió su récord de visitantes en un solo día que no fuera equinoccio de primavera, registrando 7 mil 500 turistas”.

El titular del INAH expuso que otro de los sitios inscritos en el Promeza es Chacchoben, ubicado en las cercanías de la estación Limones del Tren Maya, donde se emprenden nuevas investigaciones y labores de conservación sobre sus principales estructuras y bienes muebles.

En esta zona arqueológica, cuyo nombre maya se traduce como “lugar del maíz colorado”, y la cual tuvo su apogeo constructivo hacia el año 250 d.C., se trabaja en la readecuación de la infraestructura de atención al público y en la instalación de 572 metros de senderos interpretativos y cedularios renovados.

Sobre los avances generales en el trabajo de salvamento arqueológico que los expertos del INAH conducen en las obras del Tren Maya, Prieto Hernández resaltó que, al 25 de enero de 2024, se han registrado y preservado 59 mil 340 bienes inmuebles; un millón 423 mil 524 fragmentos cerámicos; mil 956 bienes muebles, de los cuales mil 487 están en proceso de restauración; 699 restos humanos y 2 mil 352 rasgos naturales asociados con la presencia de grupos humanos.

Como parte de estas labores, informó, en días pasados se halló un sartal, es decir, un conjunto de collares elaborados con conchas, caracoles, un hacha de piedra verde y colmillos, los cuales podrían ser de jaguar o fueron tallados a partir de caracoles.

El ornamento corporal, compuesto por 212 elementos, se ubicó como parte de una ofrenda consagrada, en tiempos prehispánicos, al cuarto de un basamento piramidal, el cual ha sido catalogado por los especialistas como de categoría 4.

Derivado de tal categorización dentro del salvamento arqueológico del Tren Maya, y debido a que el inmueble se encontraba en el derecho de vía del Tramo 7 de la obra ferroviaria –que va de Chetumal, Quintana Roo, a Escárcega, Campeche–, un equipo especializado, liderado por los arqueólogos Lucero Pérez Moreno y Edmundo Treviño García, procedió a la reubicación de la estructura.

La reubicación, concluyó el antropólogo, es una medida de conservación en la cual, como primer paso, se libera el vestigio a fin de observar la posición de todos sus elementos, luego, con apoyo de fotogrametría, topografía, vuelos de dron y otras herramientas, es desmantelado de forma cuidadosa y obedeciendo a un registro minucioso de cada uno de sus componentes, incluidos aquellos derrumbados con el paso del tiempo, de modo que sea posible colocarlo en un nuevo espacio y edificarlo de la misma manera en el que fue erigido en la antigüedad.

Información: Nitu.mx

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