El gobierno de Israel dio un nuevo impulso a uno de los proyectos de colonización más controvertidos de Cisjordania. El miércoles, el Subcomité de Asentamientos de la Administración Civil aprobó el avance del barrio conocido como E1, un plan que contempla 3 mil 400 viviendas entre Jerusalén y Ma’ale Adumim y que, según organizaciones israelíes y extranjeras, partiría la Cisjordania ocupada en dos, dificultando la viabilidad territorial de un futuro Estado palestino. La iniciativa, impulsada por el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich —quien también supervisa la planificación en el territorio—, había permanecido congelada durante décadas por la presión internacional.
El anuncio llega días después de que Smotrich presentara en Ma’ale Adumim su hoja de ruta para E1 y otros proyectos.
“Quienes presionan por el reconocimiento de un Estado palestino recibirán nuestra respuesta sobre el terreno, no en documentos ni declaraciones, sino en hogares, barrios, carreteras y más familias judías que construyen sus vidas.” Tras la votación, redobló su mensaje: “Este es un paso significativo que efectivamente borra la ilusión de los ‘dos Estados’ y consolida el control del pueblo judío sobre el centro de Israel”.
El paquete aprobado incluye además la consolidación de un nuevo asentamiento en Asahael, con cientos de viviendas e infraestructura.
“En Asahael, estamos impulsando un nuevo y próspero asentamiento con cientos de viviendas. El Estado palestino está siendo barrido de la mesa no con lemas, sino con hechos. Cada asentamiento, barrio y vivienda es un clavo más en el ataúd de esta peligrosa idea”, dijo Smotrich días antes.
Asahael (también citado como Asael) figura desde 2023 entre los puestos avanzados legalizados y su perímetro urbanístico fue ampliado posteriormente; el paso actual allana la siguiente fase constructiva. Organizaciones civiles israelíes advirtieron que la autorización de E1 tendría consecuencias estructurales. Peace Now califica el proyecto desde hace años como una “sentencia de muerte” para la solución de dos Estados al aislar Jerusalén Este del resto de Cisjordania.
En línea con ese diagnóstico, Aviv Tatarsky, investigador de Ir Amim, afirmó:”La aprobación del E1 hoy demuestra la determinación de Israel de ejecutar lo que la oficina de Smotrich llama un ‘plan estratégico’ para enterrar un Estado palestino y anexar Cisjordania. Es una decisión deliberada para un régimen de apartheid”.
Peace Now añadió: “Con el pretexto de la guerra, Smotrich y su minoría mesiánica construyen un asentamiento condenado a la evacuación en cualquier acuerdo. El único objetivo de E1 es sabotear una solución política y precipitarse hacia un estado binacional de apartheid”.
La ofensiva de permisos se inscribe en un repunte sostenido de construcción, legalización de puestos avanzados y expansión de carreteras y servicios en la última década. En 2023, el gobierno eliminó pasos de control que exigían aval del gabinete en varias fases de planificación de asentamientos, lo que agilizó expedientes como E1. Análisis de centros de estudios israelíes y estadounidenses describen el momento actual como una “ola silenciosa” de anexión de facto que complica los objetivos de Washington y de la Unión Europea en materia de normalización regional y solución de dos Estados.
Socios de Israel en Europa y Norteamérica han reiterado su oposición a E1 por considerarlo ilegal bajo el derecho internacional y por su impacto sobre la continuidad territorial palestina. En los últimos días, gobiernos europeos y organismos multilaterales han reiterado que planes como el de E1 son incompatibles con los compromisos israelíes y suponen un grave obstáculo a la paz. La prensa internacional sitúa esta apuesta de Smotrich como un desafío directo ante la posibilidad de reconocimientos europeos del Estado palestino si no hay señales de repliegue.
Smotrich pidió al primer ministro, Benjamín Netanyahu, una decisión política que cierre el ciclo. El ministro enmarcó el giro como respuesta a los anuncios de países que estudian reconocer oficialmente a Palestina.
“Es hora de completar la acción, dejar de demorar y aplicar la plena soberanía israelí en Judea y Samaria, aquí y ahora. Debemos implementarla plenamente, abandonar para siempre la idea de la división territorial y garantizar que para septiembre los hipócritas líderes europeos no tengan nada que reconocer”.
Mientras el aparato de planificación avanza, el calendario político y judicial puede aún imponer demoras. En proyectos anteriores, objeciones administrativas y recursos ante instancias israelíes postergaron depósitos de planos y permisos finales. Sin embargo, funcionarios y reportes apuntan a que la actual arquitectura regulatoria, concentrada en la Administración Civil bajo supervisión de Smotrich, reduce barreras internas.
Para los críticos, el paso reordena hechos sobre el terreno que, de cristalizar, serán difíciles de revertir en cualquier mesa de negociación. “Si se construye, será el primero en derrumbarse en un acuerdo de paz; eso ocurrirá”, advirtió Peace Now, que considera que el costo económico y diplomático de E1 —además del impacto humanitario— recaerá en toda la sociedad israelí.
Te podría interesar: Cancún baja a 20% la oferta de vacantes disponibles
Puedes seguir las noticias por Facebook y Twitter